La V Internacional
El llamamiento del presidente Hugo Chávez a formar una V Internacional ha tenido una alta aceptación en buena parte de la izquierda que se reclama de la IV Internacional. Ya anunciaron su presencia en la reunión que se realizará en abril próximo, en Caracas, la Corriente Marxista Internacional (CMI), el PSOL de Brasil, los morenistas del MST de Argentina y de Marea Socialista de Venezuela. El Secretariado Unificado de la IV Internacional (SU) está representado, desde ya, por sus militantes brasileños del PSOL. Compartirán escenario (aunque no el centro, por cierto) con el Frente Sandinista de Nicaragua y al Farabundo Martí de El Salvador. Estos partidos llegaron al gobierno luego ganarse la confianza de la burguesía y del propio imperialismo por su papel de coexistencia política con los gobiernos capitalistas y ‘neoliberales’ de la región. Los gobiernos de Nicaragua y de El Salvador, igual que el de Venezuela, tienen un contenido netamente capitalista y son enemigos de la autonomía política y sindical de la clase obrera. Presentarlos como “socialistas” o como que “encabezan procesos revolucionarios” es un despropósito.
A todos los que se sumaron sin chistar a la movida chavista no se les ocurrió preguntarse cuál era el programa de la “V Internacional”. Pero el programa de la V Internacional está dado por sus principales partidos gubernamentales; o sea, por el Estado burgués.
Los “trotskistas” que concurrirán a la reunión convocada por Chávez equiparan a la Internacional propuesta por Chávez con la Primera Internacional. Para que esta comparación sea válida, la Primera Internacional habría debido ser convocada por Bismarck y Luis Napoleón.
Pero la Primera Internacional abogaba por la emancipación de los trabajadores de la explotación capitalista y concluía que esa emancipación iba a ser obra de los mismos trabajadores. ¿Qué tiene que ver eso con el proceso chavista, cuya característica principal es la regimentación de las organizaciones obreras por parte de una burocracia pequeñoburguesa y militar corrompida hasta la médula -según lo denuncia el 90% de los propios chavistas?.
De todas maneras, a no engañarse. Si se formara la V Internacional, los grupos que apoyan la iniciativa deberían fusionarse en una única organización política común en sus respectivos países. Sin embargo, lejos de cualquier fusión, estos grupos se vienen dividiendo hasta el infinito. Ninguno de ellos estaría dispuesto a un trabajo común y, mucho menos, a ser minoría dentro de una organización. Resulta así que los “autoproclamatorios” y “sectarios” son los partidarios del chavismo.
PRENSA OBRERA
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