Nuevo resurgimiento de masas en Grecia


Más de cien mil trabajadores enfurecidos marcharon por las calles de Atenas el 15 de diciembre, el día de la huelga general de 24 horas convocada por la Confederación General de trabajadores de Grecia (CSEE) que involucra al sector privado) y Adedy (Federación Nacional de Empleados Públicos). No hay duda que hay un resurgimiento masivo de la militancia en Grecia, después de un relativo reflujo en el verano y a principios del otoño.
En contra de aquellos escépticos siempre listos para anunciar "la derrota de las masas", o bien para deplorar su "pasividad" frente a las brutales medidas impuestas por el FMI/UE mediante el gobierno del Pasok, está creciendo una nueva ola de radicalizaciones y movilizaciones sin precedentes: en las recientes elecciones regionales, el sistema político burgués existente fue repudiado por una abstención masiva de la gran mayoría de la población votante; decenas de miles marcharon el 17 de noviembre, el día de la conmemoración del levantamiento del Politécnico en 1973 contra la dictadura militar; decenas de miles marcharon por las calles de toda Grecia el 6 de diciembre, día de la conmemoración del asesinato del joven estudiante Alexandros Grigoropulos que condujo a la rebelión de diciembre de 2008; la huelga general del 15 de diciembre fue un tremendo éxito tanto en la participación de la huelga como en las manifestaciones; y la huelga de los trabajadores del transporte y de las empresas publicas, bajo la amenaza de una inmediata privatización, paralizó el país debido a la naturaleza estratégica de esos sectores.
Todas esas movilizaciones se convirtieron, en general, en violentas luchas callejeras contra la escalada de la represión estatal. La brutalidad de la policía antidisturbios alcanzó nuevos récords, en la historia del barbarismo de las fuerzas de represión en Grecia. Los meses anteriores, hubo ejercicios militares especiales de las fuerzas de represión en los estadios deportivos, entrenándolos en la forma de reprimir los levantamientos urbanos. Ahora, pusieron en práctica esas lecciones, usando nuevas y viejas técnicas así como una increíble cantidad de gases químicos lanzados a la vista de todos contra manifestantes, y también contra gente que pasaba por el lugar, incluso niños, que tuvieron que ser hospitalizados con problemas respiratorios y cardíacos. Pero también en los hospitales fueron perseguidos los heridos por la policía, quienes hicieron interrogatorios y arrestos a pesar de las protestas de los médicos.
La completa hipocresía de los medios de comunicación burgueses en Grecia y en Europa es tal que ignoraron totalmente la extrema brutalidad de la policía, que opera bajo las ordenes del gobierno "socialista " de Papandreu, mientras que enfatizaron un incidente menor: Costas Hadjidakis, el ex ministro del anterior gobierno de derecha, quien fue personalmente responsable de la privatización de Olimpyc Airways, que dejó a miles de trabajadores sin su trabajo, fue físicamente agredido cuando fue reconocido cerca del Parlamento, por una multitud enfurecida de manifestantes de mediana edad, muchos de ellos que quedaron desocupados después de la venta de Olympic. Esta expresión de odio popular en demanda de justicia fue vehementemente denunciada y condenada no sólo por los medios de comunicación y partidos burgueses, sino también por los sindicatos burocráticos del Partido Comunista estalinista (el cual, denunció como es usual, a aquellos que atacaron al exministro de ser "agentes de la policía" y "sospechosos anarquistas").
Una característica importante de esta manifestación del 15 de diciembre en Atenas, fue que la gran mayoría marchó independientemente del pequeño contingente de la GSEE/Adedy, y lo hizo detrás de las banderas de la Coordinadora de sindicatos clasistas y de las organizaciones de izquierda. Los estalinistas del Pame, como es usual, hicieron su propio acto separado en Omonia, solamente con militantes, distanciados de la manifestación principal.
En este momento, no es casual que no sólo los grupos de jóvenes anarquistas o el EEK sean los únicos objetivos de la brutalidad policial: la Coordinadora de los sindicatos clasistas se ha transformó en blanco de los violentos ataques de la policía antimotines en las cercanías del Parlamento. Un ataque similar fue lanzado contra un grupo de sindicalistas clasistas, quienes después de la finalización de la movilización principal, marcharon hacia la sede de la GSEE para pedir continuación de la huelga. Un sector quería ocupar la sede como protesta por la traición de la burocracia de la GSEE. La burocracia se puso del lado de la policía y de los partidos de la izquierda parlamentaria, denunciando a los "extremistas", o sea a los elementos más combativos del movimiento.
Como la militancia de este sector combativo está creciendo, la confusión se extiende intensificada entre el centrismo. La propaganda de los llamados "plataforma de los economistas de izquierda", pidiendo por "la moratoria de la deuda, por una investigación de las cuentas públicas, en la línea verborrágica de Correa en Ecuador, y por una renegociación para cancelar total o parcialmente la deuda ilegitima", está siendo ampliamente promovida.
El EEK organiza actos públicos por todo el país presentando el análisis de la crisis mundial, basado en la última Declaración del Secretariado Internacional de la CRCI, criticando a los centristas, a los reformistas y estalinistas, y avanzando en un programa revolucionario para dar una respuesta socialista al desafío del desarrollo sistémico de la bancarrota.
La línea general del EEK en la movilización del 15 de diciembre, fue llamar a una huelga general política indefinida para aplastar al gobierno y a sus medidas, echar al FMI y la UE, dar por cancelada la deuda externa, y establecer el poder de los trabajadores. Detrás de nuestra bandera, con esta línea, centenares de jóvenes y trabajadores marcharon, muchos de ellos por primera vez, incluyendo al ala militante de los trabajadores del Metro, de trabajadores recientemente despedidos de sus trabajos, y de movimientos populares contra el pago de peajes en las autopistas privatizadas.
La tarea política más urgente ahora, es unificar a todos los trabajadores y los movimientos populares de toda Grecia en un plan de acción central sobre las bases de un programa de demandas transicionales. La organización y el entrenamiento político de las fuerzas crecientes que desafían la barbarie capitalista y las burocracias, y el reagrupamiento de la vanguardia en un partido revolucionario es la tarea crucial del momento.
El nuevo resurgimiento está íntimamente conectado con el resurgimiento en toda Europa, desde Gran bretaña e Irlanda, a Portugal, España, Francia e Italia. Como una cuestión de hecho, el "Memorando", el programa impuesto al pueblo griego por la UE, el BCE y el FMI en mayo de 2010, tiene como objetivo no sólo evitar el inevitable default griego sino también crear una protección en la "zona de fuego" en esta parte de Europa para frenar la expansión de las llamas del colapso de la Grecia capitalista a toda la zona del Euro. El Memorándum ha fracasado en todos los aspectos. Ha sumido la vida del pueblo griego en la miseria y, sin embargo, el fuego de la bancarrota capitalista se extiende ahora por todo el Viejo Continente.
Tenemos que prepararnos para situaciones revolucionarias en el lugar del nacimiento del mundo capitalista.

20 de diciembre de 2010

prensa obrera

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