Bolivia: Política salarial del gobierno del MAS
Angel Zaballa Lazo
Salario es una categoría propia del sistema capitalista, por lo tanto presupone la plusvalía, es decir la explotación al productor directo que es el obrero asalariado.
Salario es el equivalente a los medios de vida que requiere consumir el trabajador y su familia para reproducir la mercancía fuerza de trabajo, reponer el desgaste físico y mental como resultado de participar en la producción de bienes y servicios que requiere la sociedad. Por ello se habla de un salario mínimo vital necesario para cubrir una canasta básica familiar que permita una vida de subsistencia y reproducción del orden social establecido.
En el caso de la realidad boliviana, existe no solo explotación, sino sobreexplotación, debido a que desde la aplicación del neoliberalismo, con la imposición del Decreto Supremo 21060, se ha aplicado el salario mínimo nacional, que nada tiene que ver con la canasta básica, sino con el programa monetario y la circulación de dinero en la economía. La definición del salario mínimo nacional responde al interés de la clase dominante en función de gobierno, que impone normas para beneficiar la explotación de los trabajadores y fomentar mayores ganancias de los explotadores.
Evidentemente, el neoliberalismo tiene un carácter monetarista que vela por el equilibrio macroeconómico, a través de la restricción de la circulación monetaria, lo cual no es malo, pero, tiene un carácter eminentemente técnico y sin ningún contenido social, esta vinculado con la vigencia del capitalismo salvaje que tantos problemas acarrea a nivel mundial su aplicación. Una herencia del 21060 es la vigencia del salario mínimo nacional que debería ser eliminado, como parte de la abrogación del 21060 que reclama el movimiento sindical boliviano.
El incremento salarial, que en realidad es una reposición salarial, tiene el mismo tratamiento que durante los gobiernos neoliberales, no se observa ningún cambio, por el contrario se trata de una persistencia en la lógica de implementación del neoliberalismo, con ministros que vienen además de la formación y acción del neoliberalismo, como el ministro de Economía y Finanzas Públicas, Luis Arce Catacora, entre otros del área económica.
El referido ministro se ufana de la existencia de superávit fiscal, elevadas reservas internacionales, pero no dice nada de la irresponsable deuda interna que esta comprometiendo el futuro de generaciones enteras de bolivianos. En efecto, justifica el incremento salarial que según él, es mas bien dadivoso y que no se puede revisar porque los recursos se tienen que destinar a inversiones. Las inversiones públicas se presupuestan pero se ejecutan muy poco, de tal forma que la justificación no es tal, sin embargo no dice nada de la deuda interna.
Indudablemente el representa intereses concretos que nada tiene que ver con el cambio propuesto por el presidente Evo Morales, e impulsa al Banco Central de Bolivia a proceder con el endeudamiento, a través de la emisión de valores públicos, ofreciendo tasas de rendimiento superior al existente en el sistema financiero y bancario nacional. Lo último que están haciendo y es motivo de alarde, es haber elevado los rendimientos de estos valores públicos del 2,3 %, al 4%, con el objeto de sacar dinero de circulación de unos 5.000 millones de bolivianos, y así evitar una escalada inflacionaria.
Es el Estado el que tiene que pagar estos rendimientos elevados que solo benefician a los especuladores financieros que cuentan con recursos captados del público, en tanto que lo que pagan los bancos y entidades financieras que captan recursos del público, pagan apenas entre el 0.01% y en el mejor de los casos un 1.5%(ME), éste pago es a los dueños del dinero, por lo que el BCB esta pagando rendimientos que solo beneficia al sector especulativo en desmedro del sector productivo que requiere una verdadera atención.
La explicación y justificación de aumentar la deuda pública interna, es siempre la misma de carácter estrictamente neoliberal. Señalan que es la única forma de controlar la inflación, porque se tiene que retirar el exceso de dinero que esta en la circulación y que esta identificado por las captaciones del sistema financiero.
En efecto, el sistema financiero y particularmente los bancos, tiene como actividad principal, la captación y colocación de los recursos del público, si bien tiene elevadas captaciones que alcanzan aproximadamente a los 9.000 millones de dólares, las colocaciones son inferiores debido a los elevados intereses que cobran por los créditos y por garantías que piden y que en última instancia hacen inviables los préstamos, por lo que los bancos tienen dinero que debe ser colocado de alguna manera y sin correr ningún riesgo y para ello esta la política monetaria del gobierno.
Mientras se regatea el supuesto incremento salarial, no se dice nada de esta irresponsable política de endeudamiento interno, los trabajadores reciben menos de lo que el gobierno les da como regalo a los sectores financieros especulativos e improductivos de la economía nacional.
Porque se dice que el gobierno les regala dinero, porque la justificación neoliberal de retirar dinero de circulación para frenar el proceso inflacionario no es tal, toda vez que en política monetaria el Banco Central tiene otros instrumentos como el Encaje Legal, para retirar dinero de circulación sin ningún costo para el Estado.
En efecto, es una potestad del Banco Central de Bolivia, imponer un encaje legal adecuado, toda vez que se trata de una garantía que deben depositar los bancos o todos los que captan dinero del público, como garantía del manejo del dinero del público, toda vez que en caso de quiebra, es el Banco Central el que tiene que devolver el dinero a sus dueños, a los que han depositado sus recursos.
El encaje legal no tenía ninguna remuneración, sin embargo los gobiernos neoliberales han impuesto un pago porcentual por el encaje, lo cual no es correcto, pero en todo caso es muy inferior al que se les paga por la compra de valores públicos al sector financiero.
Por lo tanto, se trata de elevar el encaje legal sin costo alguno para el Estado y de está forma se recoge dinero de circulación, sin incurrir en un endeudamiento totalmente irresponsable que compromete el futuro del país, que favorece al sector financiero especulativo, en desmedro no solo de los trabajadores del país, sino que compromete el futuro de todos los bolivianos que aún no han nacido.
Para hablar del salario es necesario tomar en cuenta la situación económica del país, que según el gobierno es solvente. Plantearse, sino una Estrategia de Desarrollo con visión de largo plazo, por lo menos un Plan de Desarrollo y Políticas sectoriales de fomento claramente definidas, además de la existencia de instituciones capaces de llevar adelante los objetivos trazados en el Plan, y eso es lo que esta faltando, después de mas de cinco años de gestión de gobierno. Pensamos que no se puede seguir con la improvisación y la administración del día a día, sin ver hacia donde vamos y que es lo que se debe encarar con responsabilidad sobre el futuro del país. No solo depende de la existencia de un Plan, todo depende de un equipo de gobierno que realmente este comprometido con la propuesta de cambio y garantice una adecuada gestión de gobierno, brinde resultados concretos y no dilaciones del que todavía se esta haciendo y no se hace nunca.
Catedrático Emerito de la UMSA
Salario es una categoría propia del sistema capitalista, por lo tanto presupone la plusvalía, es decir la explotación al productor directo que es el obrero asalariado.
Salario es el equivalente a los medios de vida que requiere consumir el trabajador y su familia para reproducir la mercancía fuerza de trabajo, reponer el desgaste físico y mental como resultado de participar en la producción de bienes y servicios que requiere la sociedad. Por ello se habla de un salario mínimo vital necesario para cubrir una canasta básica familiar que permita una vida de subsistencia y reproducción del orden social establecido.
En el caso de la realidad boliviana, existe no solo explotación, sino sobreexplotación, debido a que desde la aplicación del neoliberalismo, con la imposición del Decreto Supremo 21060, se ha aplicado el salario mínimo nacional, que nada tiene que ver con la canasta básica, sino con el programa monetario y la circulación de dinero en la economía. La definición del salario mínimo nacional responde al interés de la clase dominante en función de gobierno, que impone normas para beneficiar la explotación de los trabajadores y fomentar mayores ganancias de los explotadores.
Evidentemente, el neoliberalismo tiene un carácter monetarista que vela por el equilibrio macroeconómico, a través de la restricción de la circulación monetaria, lo cual no es malo, pero, tiene un carácter eminentemente técnico y sin ningún contenido social, esta vinculado con la vigencia del capitalismo salvaje que tantos problemas acarrea a nivel mundial su aplicación. Una herencia del 21060 es la vigencia del salario mínimo nacional que debería ser eliminado, como parte de la abrogación del 21060 que reclama el movimiento sindical boliviano.
El incremento salarial, que en realidad es una reposición salarial, tiene el mismo tratamiento que durante los gobiernos neoliberales, no se observa ningún cambio, por el contrario se trata de una persistencia en la lógica de implementación del neoliberalismo, con ministros que vienen además de la formación y acción del neoliberalismo, como el ministro de Economía y Finanzas Públicas, Luis Arce Catacora, entre otros del área económica.
El referido ministro se ufana de la existencia de superávit fiscal, elevadas reservas internacionales, pero no dice nada de la irresponsable deuda interna que esta comprometiendo el futuro de generaciones enteras de bolivianos. En efecto, justifica el incremento salarial que según él, es mas bien dadivoso y que no se puede revisar porque los recursos se tienen que destinar a inversiones. Las inversiones públicas se presupuestan pero se ejecutan muy poco, de tal forma que la justificación no es tal, sin embargo no dice nada de la deuda interna.
Indudablemente el representa intereses concretos que nada tiene que ver con el cambio propuesto por el presidente Evo Morales, e impulsa al Banco Central de Bolivia a proceder con el endeudamiento, a través de la emisión de valores públicos, ofreciendo tasas de rendimiento superior al existente en el sistema financiero y bancario nacional. Lo último que están haciendo y es motivo de alarde, es haber elevado los rendimientos de estos valores públicos del 2,3 %, al 4%, con el objeto de sacar dinero de circulación de unos 5.000 millones de bolivianos, y así evitar una escalada inflacionaria.
Es el Estado el que tiene que pagar estos rendimientos elevados que solo benefician a los especuladores financieros que cuentan con recursos captados del público, en tanto que lo que pagan los bancos y entidades financieras que captan recursos del público, pagan apenas entre el 0.01% y en el mejor de los casos un 1.5%(ME), éste pago es a los dueños del dinero, por lo que el BCB esta pagando rendimientos que solo beneficia al sector especulativo en desmedro del sector productivo que requiere una verdadera atención.
La explicación y justificación de aumentar la deuda pública interna, es siempre la misma de carácter estrictamente neoliberal. Señalan que es la única forma de controlar la inflación, porque se tiene que retirar el exceso de dinero que esta en la circulación y que esta identificado por las captaciones del sistema financiero.
En efecto, el sistema financiero y particularmente los bancos, tiene como actividad principal, la captación y colocación de los recursos del público, si bien tiene elevadas captaciones que alcanzan aproximadamente a los 9.000 millones de dólares, las colocaciones son inferiores debido a los elevados intereses que cobran por los créditos y por garantías que piden y que en última instancia hacen inviables los préstamos, por lo que los bancos tienen dinero que debe ser colocado de alguna manera y sin correr ningún riesgo y para ello esta la política monetaria del gobierno.
Mientras se regatea el supuesto incremento salarial, no se dice nada de esta irresponsable política de endeudamiento interno, los trabajadores reciben menos de lo que el gobierno les da como regalo a los sectores financieros especulativos e improductivos de la economía nacional.
Porque se dice que el gobierno les regala dinero, porque la justificación neoliberal de retirar dinero de circulación para frenar el proceso inflacionario no es tal, toda vez que en política monetaria el Banco Central tiene otros instrumentos como el Encaje Legal, para retirar dinero de circulación sin ningún costo para el Estado.
En efecto, es una potestad del Banco Central de Bolivia, imponer un encaje legal adecuado, toda vez que se trata de una garantía que deben depositar los bancos o todos los que captan dinero del público, como garantía del manejo del dinero del público, toda vez que en caso de quiebra, es el Banco Central el que tiene que devolver el dinero a sus dueños, a los que han depositado sus recursos.
El encaje legal no tenía ninguna remuneración, sin embargo los gobiernos neoliberales han impuesto un pago porcentual por el encaje, lo cual no es correcto, pero en todo caso es muy inferior al que se les paga por la compra de valores públicos al sector financiero.
Por lo tanto, se trata de elevar el encaje legal sin costo alguno para el Estado y de está forma se recoge dinero de circulación, sin incurrir en un endeudamiento totalmente irresponsable que compromete el futuro del país, que favorece al sector financiero especulativo, en desmedro no solo de los trabajadores del país, sino que compromete el futuro de todos los bolivianos que aún no han nacido.
Para hablar del salario es necesario tomar en cuenta la situación económica del país, que según el gobierno es solvente. Plantearse, sino una Estrategia de Desarrollo con visión de largo plazo, por lo menos un Plan de Desarrollo y Políticas sectoriales de fomento claramente definidas, además de la existencia de instituciones capaces de llevar adelante los objetivos trazados en el Plan, y eso es lo que esta faltando, después de mas de cinco años de gestión de gobierno. Pensamos que no se puede seguir con la improvisación y la administración del día a día, sin ver hacia donde vamos y que es lo que se debe encarar con responsabilidad sobre el futuro del país. No solo depende de la existencia de un Plan, todo depende de un equipo de gobierno que realmente este comprometido con la propuesta de cambio y garantice una adecuada gestión de gobierno, brinde resultados concretos y no dilaciones del que todavía se esta haciendo y no se hace nunca.
Catedrático Emerito de la UMSA
Comentarios
Publicar un comentario